Pilates para la fibromialgia

La fibromialgia es un trastorno que se caracteriza por causar dolores musculares crónicos, fatiga y sensibilidad en todo el cuerpo.
La rigidez matutina es también parte de la vida de las personas que tienen esta enfermedad y es uno de los síntomas que más afecta su calidad de vida. La causa de la fibromialgia se desconoce, pero lo que sí se sabe es que para diagnosticar esta patología es necesario descartar afecciones reumáticas y el individuo debe presentar dolor crónico durante más de 3 meses en más de 10 puntos del cuerpo.
La fibromialgia es una enfermedad muy compleja que no tiene cura y hay que aprender a vivir con ella. Una de las recomendaciones más comunes de los médicos a las personas que sufren de fibromialgia es hacer Pilates, ya que esta disciplina tiene su enfoque principal en disminuir las dolencias que puedan afectar músculos y articulaciones. Las personas con fibromialgia no pueden practicar cualquier deporte, ya que algunos ejercicios empeoran los síntomas de la enfermedad. ¿Por qué el Pilates es una buena opción? Descúbrelo a continuación.
Cómo ayuda el Pilates para la fibromialgia
Practicar Pilates ayuda considerablemente a mejorar los dolores que esta enfermedad causa en los músculos y articulaciones de distintas partes del cuerpo. Al contrario de lo que muchos creen, el Pilates no empeora las dolencias, las mejora gracias a que propicia la movilidad de los ligamentos y articulaciones para combatir la rigidez, al tiempo que fortalece todos los músculos.
Además, practicar Pilates propiciará el descanso profundo y esto ayudará a que la persona empiece sus días con menos fatiga. De hecho, para mejorar aún más este síntoma se recomienda hacer al despertar un ejercicio de respiración de Pilates para aumentar la sensación de bienestar.
El Pilates también ayuda a estimular la actividad química del cerebro para producir hormonas del bienestar que ayudan a disipar los síntomas de ansiedad y depresión asociados a la fibromialgia. Esta condición también suele causar malestares en la zona pélvica, y el Pilates ayuda a combatirlos gracias a que trabaja primordialmente los músculos de esta región.
Practicar Pilates para la fibromialgia se traduce en una mejor calidad de vida, mayor movilidad articular, menos dolor muscular, buen estado emocional, control de la fatiga y solución para el hormigueo y el entumecimiento, pues el Pilates estimula la circulación sanguínea.
